sábado, 20 de mayo de 2017

Leyendo poemas en la playa

Este es mi primer vídeo leyendo poemas al aire libre en diferentes lugares. Tengo mucho que aprender y mejorar pero lo iré haciendo poco a poco, de momento todo esto lo hago por diversión y por experimentar nuevos formatos. El poema también lo escribo aquí debajo. Espero que os guste.




Cuando mis manos guarden la memoria de la lluvia
cuando no quede de ti y de mí sino el reflejo
y sea dulce la luz de aquella tarde llevándose los pasos que fuimos dejando
recuerda entonces
qué cerca estuvimos, y qué lejos
de abrir de par en par los días que no fuimos
para nombrarlos como se nombra una verdad que no acaba de decirse
y va perdiendo sus plumas
y va contando los dedos que se necesitan
para deshojarse por dentro poco a poco.
En ese día, entonces,
en que no quede nada,
habrá un átomo de consciencia  que recuerde y se estremezca ante el roce de tu mano
habrá un fragmento en mí que viva porque un día recorrió tu sangre
habrá una molécula que guarde
de ti y de mí el deslumbramiento
y en ese día, en que no haya más días ni más ojos
más allá del naufragio
seguirá existiendo aquella tarde
porque tú y yo la mirábamos juntos.



Poema: Brunhilde Román Ibáñez
Grabación: Rodrigo Román Ibáñez




2 comentarios:

  1. Bruni,sabes crear joyas y con ellas elaborar cosas preciosas.Honras un instante de tu vida y de èl haces una eternidad.
    Gracias por mostrar tanta belleza.
    Un abrazo muy fuerte

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    Respuestas
    1. ¡Muchísimas gracias! Que sigamos compartiendo lo eterno. Muuuaaaa.

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