miércoles, 14 de diciembre de 2016

SOBRE PIEDRAS Y MAGIA

"Una piedra no es sino música petrificada" Pitágoras

El lunes pasado tuve que ir a la farmacia -como no soy muy amante del mundo de la industria farmacéutica voy un poco arrastrando los pies y rechinando los dientes- aunque la mujer que me atiende siempre es un encanto y eso me reconcilia un poco con el universo de las pastillas con receta y las batas blancas.
De hecho a ella le encanta viajar y me estaba hablando de una visita a Pamplona donde tuvo la oportunidad de ir a un lugar donde se hacen quesos.
_ “La mujer nos explicaba cómo antes se elaboraba el queso de manera tradicional y cómo ha cambiado todo con las normativas de la Unión Europea” me cuenta_ “también nos explicó que antiguamente utilizaban una piedra para cuajar la leche, la piedra tenía algún tipo de propiedad que conservaba el calor y la echaban a la leche. Incluso nos enseñó la piedra, todavía la guarda.”

Yo asiento_ “Vaya cosa más curiosa ¿no? Cuajar leche con una piedra”

_ “Sí” continua ella_ “Ella hablaba de la piedra como si tuviera poderes mágicos. Yo desde mi punto de vista científico lo racionalizaba diciendo: tendrá que ser una piedra con alto contenido en hierro para producir ese efecto, pero es algo que se puede explicar”.

Nos reímos. Me marcho con mis bolitas homeopáticas.

Pero la conversación no se me va de la cabeza y es que estoy convencida de que esa piedra es realmente mágica. Que la humilde materialidad de la piedra sea portadora de esa transmutación y que esa sabiduría pueda comunicarse del reino mineral al humano, traspasando mundos me parece un acto sublime de la magia de la vida, porque ¿en qué momento de la historia alguien decide que una piedra pueda hacer cuajar leche? ¿Qué se puso en marcha para que el conocimiento de la piedra llegase a manos del ser humano? ¿Qué conciencia operaba para hacer posible esta comunión entre un pedazo de roca y la mano que la toma?

Todo lo que existe sobre la faz de la Tierra tiene la capacidad de impactar con su presencia y es que ¿cuándo una piedra de las que se encuentran por los caminos deja de ser una piedra para convertirse en un catalizador capaz de transformar la materia? Algo primordial sucede, está sucediendo en cada intercambio, con otros seres humanos, con animales, plantas o la tierra, algo cuyo potencial de transformación ni siquiera suponemos. Estás tú, y estoy yo, y está algo que se crea y que nos crea y en ese proceso algo ha cambiado y tú y yo ya no somos los mismos. Éramos leche y ahora somos queso, estábamos en el llanto o la ira hasta que alguien nos miró y nos vio realmente, y nos devolvió algo de nosotros que habíamos olvidado. Y eso es muy grande.

Con mi más profunda reverencia hacia las piedras (con o sin hierro)
y hacia la magia.


Texto: Brunhilde Román Ibáñez
Imagen del templo de Apolo en Delfos.