lunes, 16 de diciembre de 2019

Alexandra David-Néel: Una Vida



Ofrezco una visión personal sobre Alexandra basada en sus propios textos y en la biografía de Ruth Middleton. No pretendo hacer un estudio exhaustivo sobre su vida y soy consciente de que omito mucha información, simplemente escribo mi pequeño homenaje a esta mujer fascinante. 

"A veces lloraba lágrimas amargas, con el profundo sentimiento de que la vida se me escapaba de las manos, que los días de mi juventud se esfumaban, vacíos, sin interés, sin alegría. Entendía que estaba desperdiciando un tiempo que nunca recuperaría, que estaban pasando de largo horas y horas que podían haber sido hermosas. Mis padres - como la mayoría de los padres que han criado, si no una gran águila, al menos una diminuta águila obsesionada con volar a través del espacio - no podían comprender esto y, aunque no eran peores que otros, lo cierto es que llegaron a hacerme más daño que el más incansable de los enemigos."


1000+ images about Alexandra David-Néel on Pinterest ...


Se llamaba Louise Eugènie Alexandrine Marie David pero la conocemos como Alexandra David-Néel. Nació en el seno de una familia de la burguesía francesa del S. XIX y rompió con todos los estereotipos de la mujer de su época y de su sociedad: fue periodista, anarquista y feminista, cantante, exploradora, budista y escritora.

Cuentan que a la edad de cinco años emprendió su primera aventura en solitario: un policía la encontró en el bosque de Vincennes donde se había escapado buscando "su verdadero árbol."
Durante su adolescencia estas escapadas se irían repitiendo regularmente hasta que a los dieciocho años cogió una bicicleta y se marchó sola a recorrer el sur de Francia y España.

En sus fotos de juventud vemos a una mujer alta, morena y delgada con un porte digno y elegante. Quizá esa elegancia fue la única herencia positiva de su madre ya que el nacimiento de Alexandra había supuesto una decepción para Alexandrine, su católica madre, que quería tener un niño que llegase a obispo. Nunca se entendieron bien. En consecuencia, Alexandra se refugió en su padre con el que daba largos paseos por las calles de Bruselas y París. Les imagino en los Campos Elíseos o en la Grand Place caminando bajo el último sol de la tarde conversando sobre Epícteto y Julio Verne, la revolución y Buda, la vida y la muerte. En esa semilla Alexandra encontraría su verdadero árbol: el amor al conocimiento, al que dedicaría todos sus años de estudios en Londres y París, y el resto de su vida.

Durante su periodo estudiantil y mientras colaboraba en un periódico feminista, se empapó de todas las corrientes filosóficas, artísticas y culturales de la época. En las tertulias parisinas conoció a toda clase de personajes insólitos en una época en el que el ocultismo estaba de moda y la gente se reunía para invocar a los espíritus y charlar sobre una amalgama de temas en los que convergían el pitagorismo, la religión, la alquimia y la astrología. Alexandra pronto se desilusionaría de esta filosofía frívola de salón. Absorta en sus estudios de sánscrito deseaba ir más allá del diletantismo de las conversaciones brillantes y de los aristócratas y glitterati. Un ansia más profundo la acuciaba: entrar en lo hondo, excavar, llegar a la raíz donde el conocimiento se ofrece intacto para quien ha sabido entregarse a una búsqueda verdadera. Así, a los veintiún años, en cuanto tuvo acceso a la herencia de su madrina se marchó a la India.

De este viaje volvería sin un céntimo pero más decidida que nunca a continuar investigando y recorriendo el mundo. La situación económica familiar había empeorado y para mantenerse, Alexandra decidió hacerse cantante de ópera. Tenía una buena voz de soprano y tras un periodo de estudios en el conservatorio obtuvo el puesto principal en la compañía de ópera de Hanoi. Pasaría los siguientes años cantando, viajando y escribiendo artículos sobre la India en revistas especializadas.
Sur les traces d'Alexandra David-Néel ! - Planète Découverte

A los treinta y seis años Alexandra se da cuenta de que está perdiendo la voz, también se hace consciente de que en los círculos literarios más eruditos los escritos de una mujer soltera no se tomaban muy en serio. En esas circunstancias acepta una oferta para dirigir el casino de Túnez, donde conoce a su amante, y después marido, Philippe Neel. Él era un hombre apuesto, apasionado, rico y vital, para quien Alexandra constituía una especie de reto. Ambos se amaban, se admiraban y se impulsaban, pero los años que siguieron a su matrimonio y a la muerte de su querido padre se convirtieron para ella en la más oscura noche del alma. Llevaba una vida próspera, escribía sobre diversos temas y era respetada en los círculos intelectuales, y sin embargo, cada vez con más frecuencia sufría accesos de melancolía, jaquecas y náuseas. A pesar de sentir un profundo amor por Philippe la movía un amor todavía más grande, el de conocer y llevar una vida libre y nómada. La institución matrimonial la ahogaba, sabía que tenía que partir. 
Photographies - Alexandra David-Neel SITE OFFICIELPhilippe le había dado la idea de que hiciese un largo viaje para liberarse de aquello que la estaba royendo por dentro y volviera restablecida. A la vuelta de uno de sus viajes se encontró con que ella se había marchado: se había embarcado rumbo a Sri Lanka primero y a India después. Una vez en suelo indio se entrevista y va conociendo a maestros hindúes y budistas en diversos lugares, viaja de Madrás a Pondicherry, Varanasi, Calcuta y finalmente a Sikkim, al norte de la India.

En Sikkim conocerá a tres hombres que que la influirán profundamente, el maharajá, Sidkeong Tulku, su maestro espiritual, el gomchen de Lachen y el Dalai Lama. Se convierte en consejera y amiga íntima del maharajá, al que llama "mi hermano álmico". Durante las tardes sostienen apasionadas conversaciones sobre textos sagrados budistas que alimentan el espíritu de Alexandra. Embriagada por la majestuosidad de las montañas y su luz cayendo sobre regiones inmensas y vacías se siente rejuvenecer, atrás quedan las jaquecas, los males que aquejaban su cuerpo, la tristeza. Sabe que ha traspasado un umbral, que se ha encontrado cara a cara con su verdadera vida.
Sigue dirigiendo apasionadas cartas a Mouchy, uno de los apelativos cariñosos que utilizaba para Philippe y en ellas expresa su amor y su añoranza de él pero los años pasan y va aplazando su regreso: sus estudios de los textos sagrados budistas y los viajes en compañía del maharajá la absorben por completo.

Esta etapa llega a su fin con la muerte del maharajá. Estalla la Primera guerra Mundial haciendo imposible su vuelta y ella empieza a soñar con el Tibet prohibido. Todavía no es el momento. Con Yongden, su joven ayudante, viaja a Japón Corea y China. Puede moverse con libertad gracias al dinero que le envía su marido. En China se preparan para una inminente guerra civil, empieza a tener dificultades económicas. Cuando finalmente estalla la guerra ella y Yongden emprenden una larga marcha en busca de refugio en el monasterio de Kumbum, en la región de Amdo. Caminan sin espacio ni tiempo, reciben el año 1918 con tres galletas para celebrarlo, pero luego se dan cuenta de que se han equivocado de día.
ALEXANDRA DAVID-NEEL - Ma religions le BoUdDhIsMe
Kumbum es un paraíso de paz en el que medita y traduce textos sagrados mientras las guerras se recrudecen a su alrededor: la chino-japonesa, la chino-tibetana y los bolcheviques en Mongolia. Alexandra continúa escribiendo largas cartas a su marido, al que no ve desde hace diez años. Le añora profundamente y le agradece el dinero que le envía, pero se siente incapaz de renunciar a esta vida errante de cielos libres e ilimitados. Tras una larga estancia en el monasterio vende todas sus pertenencias y se prepara, después de una espera de tres años, para viajar a Lhasa. Transcurrirían otros tres antes de que alcanzase su meta. Comienza su viaje el 5 de febrero de 1921, atrás dejan la seguridad del monasterio y las fiestas y los honores con que la reciben los expatriados europeos. Ahora sólo queda una nómada que camina por el amor de sentir la fuerza de cada uno de sus pasos sobre la tierra vasta y vacía. Ni los encuentros con bandidos ni las agotadoras jornadas dando la bendición y cuidando enfermos (allá por donde iban los lugareños estaban convencidos de que eran lamas) lograban abatir su ánimo. A veces tenían que recurrir a trucos para conseguir alojamiento. Yongden, afirmaba ante su público campesino que tenía cien años y que podía traer la lluvia. Alexandra siempre afirmaría que nunca habría podido llevar a término este viaje si no hubiera sido por su joven amigo, que no dudó en dejar atrás familia, derecho a la herencia y posición social por seguirla. Posteriormente lo adoptaría; Yongden se convertiría en el hijo que nunca tuvo.

Gradualmente tienen que ir despidiendo a sus sirvientes, contraen la disentería mientras tratan de avanzar en un país desgarrado por la guerra chino-tibetana. Alexandra no tiene otra opción que oscurecerse el cabello con tinta china y embadurnarse la cara con hollín para que no la detengan, aunque a medida que ascienden por los pasos de montaña va desapareciendo la presencia humana.
Una noche, ante el riesgo de morir entre montañas inhóspitas en medio de intensas nevadas tienen que decidir si siguen adelante. Tras tomar la decisión de continuar preparan una sopa de tocino con harina para celebrarlo:

"- La sopa que has preparado está deliciosa.
- Estoy de acuerdo

- Mis perros se habrían negado a tomarla"

things to do from hotel Villa Gaia in Digne les bains ...A pesar de su optimismo la situación llega a extremos realmente dramáticos: el día de navidad de 1923 se encuentran perdidos en las montañas, con fiebre y hambrientos. Su cena navideña consiste en agua hirviendo con cuero de las suelas de sus botas. Continúan su marcha penosamente por uno de los lugares más duros y sobrecogedoramente bellos de la tierra. Encuentran pequeñas poblaciones donde son bien recibidos y pueden descansar y comer. Poco a poco van recuperando las fuerzas, saben que se encuentran muy cerca de Lhasa. Unos ladrones los asaltan para robarlos, Alexandra, gran artista del drama y conocedora de la superstición de los tibetanos empezó a invocar a gritos a todos los demonios y espíritus errantes que se vengarían por haber robado a un pobre lama. Los ladrones se asustaron tanto que se pusieron de rodillas pidiendo perdón.

Al fin tienen ante sí los dorados techos del Potala abrazado por las cumbres infinitas de los Himalayas. Alexandra escribe a Philippe jurándole que jamás volvería a repetir semejante viaje aunque le ofrecieran millones. Aún así escribe en Magos y místicos del Tibet, -una novela que encontré en un pueblo de Nepal: "Lhasa no es un lugar donde suceden prodigios: Lhasa es el prodigio".
Después de ese periplo vuelve a Francia donde se ha convertido en todo un personaje: da conferencias en distintos países de Europa, escribe y traduce. Vive la difícil adaptación a un matrimonio que se ha mantenido en paréntesis durante catorce años: Mouchy es reacio a aceptar a esta mujer que vuelve con un hijo adoptivo tibetano al que mira con profundo recelo. A la edad de sesenta y nueve años ella y Yongden viajan a China donde viven los horrores de la guerra chino-japonesa, vuelven al Tibet y a la India y de nuevo a Francia a la muerte de Philippe. A los cien renueva su pasaporte porque "nunca se sabe". Sus cenizas fueron llevadas a Varanasi, la ciudad donde el sagrado Ganga ve correr la vida y la muerte, para reunirse en la eternidad con Yongden.

Alexandra David-Néel, l'exploratrice | A Nous Paris

Texto: Brunhilde Román

Fuentes:
La segunda de Middleton, Ruth: Alexandra David-Néel.Circe, 1990, Barcelona.
La última es de Tibetan Tales of Love and Magic (Magos y Místicos del Tibet). El libro está en Palencia así que no puedo citar la editorial, fecha y lugar de publicación.
Todas las fotos son de internet.







jueves, 31 de octubre de 2019

Un Poema de y otro para Antonio Gamoneda

A veces lloro cuando leo a José Ángel Valente, de vez en cuando también me pasa con Anne Sexton y con cosas como estas:

"He envejecido dentro de tus ojos; eras la dulzura y el exterminio y yo amé tu cuerpo en sus frutos nocturnos.

Tu inocencia es como un cuchillo delante de mi rostro,

pero tú pesas en mi corazón y, como una miel oscura,
yo te llevo en los labios al ir hacia la muerte."

                                                               Antonio Gamoneda


Cuando un poema puede tocar la gracia y recordarte que el mundo sigue teniendo sentido aunque no lo tenga, cuando la palabra es capaz de atravesar la muerte y salir al otro lado transformando aquello que mira. 
Al pie de esos versos yo también podría ir llorando y riendo hacia el corazón de las tinieblas.

Y aquí uno mío (nada que ver con el anterior, ya me gustaría), pero lo añado porque lo escribí leyendo a Gamoneda.


FRENTE AL ESPEJO
                                               "El agua era mi extraña flor"
                                                    Anne Sexton

Es la hora extraña
la rosa custodia un vientre mortal
en sus dientes fulge
una memoria
un golpe
la llanura en pie donde un cuerpo
va desnaciendo
la piel de los difuntos avanza sin gritos
por la tarde y sus agujas

esa espada eres tú

Titilas en las aguas vencidas
al centro de tu cuerpo la rosa húmeda y extraña
atraviesa el sur
el desconcierto de tu cabello recogiendo a su paso
los ríos inmortales
el cuerpo frente al cuerpo
extranjero de sí
es un planeta solitario
que sigue el curso de su sombra

Queda frente al espejo  
el aire liberado
y la oscura conciencia
de haber llegado hasta mi vida
con las manos vacías


Y un par de fotos. Gracias a la mirada de Dunia Grau. 
(Las miro y me pregunto qué hago cargando con tanta ropa)

Feliz Samhain, que la memoria de nuestros ancestros nos dé más vida para honrar su paso por la tierra. Que de su muerte hagamos flores en la garganta y en la risa. A mi padre, mis abuelos, a sus huesos, a la sangre que nos reúne.





























miércoles, 18 de septiembre de 2019

Paseando con José Ángel Valente en Dublín con Tres Lecciones de Tinieblas: Tet y Yod

Tet Y Yod. Le pregunté a Valente si se venía conmigo a Dublín, le prometí que daríamos un paseo por los lugares donde había caminado en las noches del norte, donde había sentido, besado, cantado a la vida. Pasaríamos junto a la estatua de Joyce, la oficina de correos con sus agujeros de bala, St. Stephen's Green y el Bruxelles, el pub al que solía ir. Tengo recuerdos menos glamourosos, de haber vomitado frente al parlamento una noche loca de Saint Patrick con mi amiga Saioa, de comer kebabs en el Abrakebabra con Aude y otras chicas francesas, recuerdo a Wally fumando porros en el Fibber Magees que todavía resiste (número 80 - 81 de Parnell Street), a Chris, los días grises en Dun Laoghaire, el río Liffey. Y siempre al fondo, más allá de la oscuridad, el mar. Seríamos flâneurs, leeríamos el capítulo sobre Nausicaa en el Ulises, y hablaríamos sobre la Odisea y los orígenes del lenguaje mientras caminamos. Valente me dijo que sí, que reescribiríamos nuestro Dublin con las letras del alfabeto hebreo. No edificaríamos la ciudad con palabras como Joyce, no buscaríamos los límites de lo que puede ser dicho, como Wittgenstein, simplemente, abriríamos las letras y entraríamos en ellas, y seríamos nosotros todo lo comunicable, desde la materia a la vibración y naceríamos como si nunca hubiésemos partido del primer Verbo porque
"El nacimiento del hombre es el resultado de la penetración del Espíritu por la Palabra en la imagen (Boehme, 1945:162-163)"
Y seríamos el cuerpo de la palabra, su textura, su caricia, la frontera que conoce y que es siempre un tránsito porque todavía no ha llegado al fondo del conocerse.

Mucho amor y agradecimiento a Luna Kalo por la grabación y la locución y sobre todo por el cariño con el que me recibió en Dublín. Gracias también a Beppe Cotroneo por su apoyo con el teleprompter, la cita que incluyo es de Carlos Peinado Elliot.

Tet, desde el Ha'penny Bridge:






Yod, en Temple Bar






Esta grabación fue muy divertida porque Luna hizo un curso de dirección en California y se trajo un soporte para cámara del ejército, un chisme muy aparatoso que parecía una antena. La gente nos miraba y a mí me daba la risa porque Beppe ponía el teleprompter muy alto y salgo mirando hacia arriba todo el tiempo. No he conseguido eliminar los ruidos de la grabación, mi editor de vídeo no me deja hacer nada. Otra vez será.



domingo, 18 de agosto de 2019

Canto de Ereshkigal a Inanna

                         Canto de Ereshkigal a Inanna


                
               Ante lo velado
               mis manos no son sino episodios
              de lo invisible
              extensión de la luz danzando a quemarropa
              por los portales del tiempo
              las estatuas extraen su lenguaje de párpados vacíos
              y su origen viene de otro resplandor
              fénix vertido en la duración
              vértigo de ceniza en la ceniza

              El Gran Abajo,
              Inanna,
              El Gran Abajo,
              polvo entre los dedos de los dioses


              la rosa negra se consume en el temblor
              nadie volverá a contemplar mi rostro cuando te hayas ido




Este es el momento cósmico del reencuentro entre Ereshkigal e Inanna: la luz dentro de la luz, la sombra dentro de las sombra y las dos recorriéndose y entrando una en la otra. He querido dar voz a la Ereshkigal que no es otra que nuestro Gran Abajo, la que se consume cuando queremos mirarla, la que no permitirá ser tocada mientras no hayamos hecho nuestra labor de renuncia, de reverencia, de ofrendar. Entonces los velos que caigan nos permitirán el paso a lo oscuro, y al fondo de lo oscuro habrá otra oscuridad mayor. Esa es la que pide ser besada.


                                    Yo era el perseguidor 
                                 y tú la presa        
                                 unidos por un secreto vínculo:

                                 El saber que las cosas que saben mirarse
                                 siempre acaban 
                                 por regresar a su opuesto



Y el vídeo, en el que todavía me cuesta mirarme ¿será Ereshkigal quien aguarda tras la lente de la cámara?






Por si alguien no conoce los Himnos, este poema habla de la parte en la que Inanna desciende al infierno (el Gran Abajo), la morada de su hermana Ereshkigal o su yo oscuro. Cuando muere pasa tres días y tres noches colgada de un poste. En algunas versiones es resucitada, en otras Dumuzi, su amante, la reemplaza en el infierno para que ella vuelva a ser la diosa del cielo.
Poema y textos: Brunhilde Román - Grabación: Lunes de Lírica

jueves, 18 de julio de 2019

Recitando a José Ángel Valente en Roma: Jhet


Shelley and Keats Memorial - Roma
Lord Byron y yo tenemos opiniones encontradas: yo digo que me persigue, él dice que soy yo la que le persigue (claro, qué va a decir él). Y no es que no me guste, aunque si tengo que elegir prefiero a Coleridge o Wordsworth, pero esto me lo callo, no se trata de herir susceptibilidades. El caso es que Byron se me apareció en Albania y en Grecia y ahora me lo encuentro aquí en Roma, en el Shelley and Keats Memorial. Se trata de un edificio pequeño de escaleras empinadas, contrasta el silencio en medio del bullicio de la Piazza di Spagna. Hay una biblioteca, bustos y fotos, el escritorio que usaba Mary Shelley -una mesa enorme y maciza que recorrió media Europa- y la habitación donde murió Keats, que se conserva con su cama y sus cuadros. También se puede ver el poema que escribió Oscar Wilde en la tumba de Keats junto a fotos de los románticos ingleses. De repente ya no tienes la sensación de estar en Roma, sino de tocar ese splendour in the grass junto a una de las iglesias de estilo normando que te encuentras en medio de la campiña inglesa. El gris y el verde que no son de Roma porque están hechos de una lluvia metálica que cubre los días, el fulgor de la piedra y el musgo, esa canción que sólo tiene el Atlántico. Y, claro está, no podía faltar Byron -no olvidemos que era gran amigo de Shelley - en esa famosa imagen en que aparece vestido de albanés y que representa el arquetipo del héroe romántico. Yo no sé si nos miramos o nos estamos midiendo.
_ No esperaba verte por aquí ¿Cómo van las peregrinaciones de Childe Harold? _ le digo.
_ Tú ya sabes_Me responde sonriendo con los ojos _ ¿Y tú qué tal?
_ I walk in beauty _Le sonrío a mi vez. En el fondo creo que nos caemos bien.
_ ¿Nos vemos en Missolonghi?
_ Tal vez_ respondo. Nunca he estado allí y en cualquier caso ¿Qué lugar no es bueno para un reencuentro?
Y es que nunca sé cuándo volveré a tener otra cita con él. Me digo que tal vez sea el momento de releerlo, quién sabe, quizá hay algo que se me ha escapado. Nunca le he preguntado a José Ángel Valente qué piensa de Byron.

Gracias al personal del Shelley and Keats Memorial de Roma por su amabilidad, y a la gran Izara Batres, encargada de la grabación y la locución, por traerme hasta aquí como lo habría hecho Beatrice en el paraíso. 
El poema es, cómo no, la octava letra hebrea de Tres Lecciones de Tinieblas, de José Ángel Valente, Jhet: el muro, el límite, la protección, decir no, discernir, y también trascender, contemplar lo que parece un obstáculo desde otra perspectiva, ir más allá de las apariencias, aceptar la información que nos trae cada reto.

Y el cuadro de Byron vestido de albanés de Thomas Phillips.


miércoles, 12 de junio de 2019

Leyendo "Tres Lecciones de Tinieblas" de José Ángel Valente: Zayin.

Nos encontramos de nuevo con José Ángel Valente y de nuevo vertiendo la palabra que arde. Esta vez en Sirio, en Castellón. Tan lejos y tan cerca, en plena constelación del Can Mayor, el Perro Celeste.
Esta estrella y su influencia en pueblos tan diversos como los Dogón de Mali, los egipcios y los chinos merece por sí misma un capítulo aparte, así que quizá amplíe este post algún día para contarla.

De momento continuo con el tema de la indagación en torno a la lengua, la voz y la palabra. Esta vez, nuestra letra hebrea Zayin, la espada, me ha conducido hasta Tamara Chubarovsky:

"El lenguaje es más que un simple medio de comunicación; es la expresión de todo nuestro ser. Esta sabiduría ya fue revelada por Sócrates hace más de 2000 años en su célebre frase: Habla para que pueda verte. En el habla se delata en gran medida nuestra esencialidad, estados de ánimo, carácter y, también, bloqueos. Al ser influida por las emociones, la voz sufre modificaciones del tono y la respiración según estemos asustados, nerviosos o alegres (...) Pero es nuestra individualidad la que toma las riendas y pone conciencia en nuestras emociones y movimiento, para que lenguaje y gestos puedan ser verdadero vehículo de nuestra individualidad. Cuando nuestra expresión muestra un equilibrio entre nuestros diferentes planos: cuerpo, alma y espíritu, entonces el habla resulta más efectivo, además de integrador y sanador."
                                                                   
                                             "La Fuerza Curativa de la Voz y la Palabra",  Tamara Chubarovsky

Gracias enormes y vegetales a Akira, el árbol mágico que me acogió entre sus ramas, a Sirio, por abrir el espacio y a Marisol por la grabación de este vídeo y su voz de hada.



Durante el Retiro de Profundización de Danza Kundalini con Lalita Devi, estas son las cosas que pasan cuando se juntan el alma de Valente y el lenguaje del bosque.






martes, 14 de mayo de 2019

Tigre y Rosa: Danza Kundalini

Gracias por este encuentro de Almas ¡¡Os quieroooo!!!!!


Me tocaste
con la mano del despertar



un dios húmedo crepitó en mi carne
y en el día séptimo los cielos descendieron
y en las lenguas ardió la duración de la rosa



Para respirar
Para pervivir
Tomo esa mano mineral
insondable como tu palabra





Viene la palabra al cabo de sí
y los labios se abren en infinitos pétalos
frontera de la última frontera




Voces trenzando el agua
el ojo que sostiene la visión tan blanca
los oros extendidos en las estancias del amor





Tigre de luz creciendo sobre el fuego
penetra en la voz oscura como una selva
y úngela con tus manos


Tigre de luz, acaricia cada letra de mi éxtasis
que de mi cuerpo nazca el alfabeto
que sepa nombrarte





Poema: Brunhilde Román Ibáñez
Créditos de las fotos del Retiro de Danza Kundalini con Lalita Devi en Sirio.
Queralt Aloy
Loli Gracia Ángel
Ishwara Tsuki
Nur Blanco
Bárbara García




miércoles, 24 de abril de 2019

Tantric Poetry


                                     TANTRIC POETRY

                                     Poetry as an act of sacred love.

_ Do it naked. Anything you do naked becomes more powerful because you are not only using your mind but also your body, your senses, your heart.

_ Sometimes we get stuck in a poem because we want it to go one direction and it wants to go another. Let the poem run the show, picture yourself as a surfer and the poem as the wave that is setting the pace, let your poetry lead the movement, enter in a greater movement, like when in sex you allow yourself to open to a rhythm that is more than the sum of two, let it go wherever it wants to go. Explore.

_ I create because art expands me, I dig into myself and I surrender to something bigger than myself and in doing so I discover another version of me, I become another person, an amplified self, someone I didn't know I carried inside. In the process of creating I'm greating myself from a higher place.

_ Create space for the poem, prepare the place, prepare yourself, make a date, turn the music on, light candles, whatever takes your fancy, let it know that you are ready, that you are in love, that this moment is just for you too. Your poem is your lover, step in in with joy and let it show up the way it is.

_ Travel. Poetry is a trip that can take you to other dimensions, inner and outer. Writing is a journey, walk the path in wonder because if you keep at it new landscapes will unfold in front of you where there was only a barren land ( or so you thought), poetry may take you nowhere in terms of money but, again, it may take you to places where money is made irrelevant.

_ Let the poem go through your seven chakras, up and down in a spiral, from the most intense to the sublime and back.

  • Feel safe, believe in what you are doing, your work has a right to exist, just get started.
  • Find your inspiration by playing, making love, singing, painting, dancing or going for walks in the countryside.
  • Work on your willpower, stay at it, persevere, have fun, enjoy, shine.
  • Feel the love you have in you permeate the poem, soak in compassion and acceptance of that part of you that wants to expand and grow for love's own sake.
  • Show it, publish your work, read it, record it, make it seen, by all means, do something with it.
  • Follow your intuition, the poem shouldn't be this or that and you shouldn't be a pleaser, you are your own voice. Let your art manifest itself the way it wants.
  • Connect your poem, your writing to a higher source. There's something else interplaying there. You have created a field where amplified states of consciousness may occur and whose potential goes far beyond your original intention. Thus your writing may become your healer, the bearer of grace, and from there reach and touch the lives of many others who are in need of healing and grace. Through your own sorrows, defeats, insights, joys, trials and tribulations you open up a space of authenticity that can inspire and be followed by others.


Love makes us more creative because when love transcends fear whatever we do becomes a manifestation of our purest being, our contribution to life and the expression of who we really are. Go, then, to your poetry in freedom, integrity and grace.

Have sex. There's such energy and beauty in the act of love that it permeates everything you do. Your art may acquire another quality, a deep, richer texture, something that is truer to you than any other thing you do. The more you explore sex the more you can deepen into your poetic experience

We "do" it as much as we are "done" by it. We tread into a whole new element when we write, another realm of consciousness, more focused, sometimes sharper, sometimes more relaxed, so we are not the same person when we enter the poem as when we step out of it, something in between has happened to us. Writing has become an act of communion, celebration, fulfilment. Writing becomes then a doorway so that we become a doorway for others. What we are being at the moment of writing is the single most important thing in the act of creating a new piece.

So go for it in love and in awe, explore and let it fill you.





                                 AENGUS


                                                                                      "...and pluck till time and times are done
                                                                                                                           the silver apples of the moon
                                                                                                                              the golden apples of the sun"
                                                                                                                                                W.B. Yeats


             Burning like a fair woman I am
             among the sleeping wheat
             Sound of the quiet waters
             prophetic waters dreaming
             of white voices plucking life,
             apples in the shady garden
             hardly awakened to tremor and dew,
             apples that retain the whisper of the flesh
             what remains inside the things that fall silent

             Aengus, I crossed the shadow
            I put my hands together to gather the rain
            to sow in my wet soil
            the fruit of light and moon

            Aengus, come into the waters
           open my blood and found in it the night
           come with your offering

           I
           am the rain
           that your mouth is calling forth







Text and poem by Brunhilde Román
Video recording by Jenny Carralero








viernes, 29 de marzo de 2019

Poema: La Canción de Morgana


Para todas las mujeres que están cambiando el paradigma y los hombres que recorren el camino con nosotras.
En un ojo, la fiera, en el otro ojo, la ternura.
Gracias, Morganas.




LA CANCIÓN DE MORGANA


Hay una anciana que late en mis huesos
ella conoce todas mis muertes por su nombre:


A aquellas
Mujeres como pozos húmedos
mujeres enlunadas
cayendo como cae la luz sobre la tierra
partiendo en caderas infinitas
el lomo plateado de los ríos
A quienes
vierten en los portales del hambre
el esplendor de sus pechos desnudos
leche amplia, leche de barro
semilla inaugural proclamando la vida
Senos levantando el día
como oficiantes
en las catedrales del alma

A las antiguas
que dibujaron en la copa de su vientre
el recipiente de la reconciliación
a las encendidas en nacientes soles
que multiplicaron los panes y los peces
por el solo placer de ofrecerse
el fruto del trigo y de las aguas
A las que abrieron la visión de las cuatro lunas
a las que vinieron a cabalgar en lo absoluto

Cuando callen todas las voces
regresaré a nosotras
para pronunciar mi sustancia
para entrar desnuda y fiera
en la palabra
volver al ser de barro y carne
verternos en la luz
donde la lluvia siempre fue nuestra







Texto: Brunhilde Román
Créditos de la imagen: "Lady of Avalon" de Caroline Lir, gracias Cristina Craciun por la información :-)




martes, 12 de febrero de 2019

Lectura de Tres Lecciones de Tinieblas en Malta: Dalet, He, Vav


Esta vez desde la isla de Malta, derramando al viento la voz del Maestro Cantor, José Ángel Valente. Esta isla es un lugar que me fascina y, aunque en las grabaciones se oyen muchos ruidos tuvimos la suerte de estar prácticamente solos en muchos lugares y callejear por esas noches laberínticas de Mdina y el barrio antiguo de La Valletta casi sin gente. Mil gracias a Roberto por la grabación y la locución, pusiste toda tu energía en llevar un pedacito de esta tierra en los vídeos (que todavía están en fase ultracasera, estoy en el proceso de conseguir una cámara buena pero de momento me apaño con el teléfono).

¿Y por qué continúo con las Lecciones de Tinieblas? Quizá por esa indagación en la potencialidad del sonido, en las puertas que puede abrir cuando una palabra, en un momento dado, es capaz de recuperar su memoria sagrada y cambiarnos la vida.

Como dice Vila Matas  "(...) Benjamin sostenía que una palabra no es un signo, un sustituto de otra cosa, sino el nombre de una Idea. En Proust, en Kafka, en los surrealistas, la palabra se aparta del significado en el sentido "burgués" y retoma su poder elemental y gestual. La palabra como gesto es "la forma suprema en que la verdad se nos puede presentar en una época despojada de la doctrina teológica". En los tiempos de Adán, la palabra y el gesto de nombrar eran lo mismo. Desde entonces, el lenguaje habría experimentado una gran caída, de la que Babel, según Benjamin, sería sólo una etapa. La tarea de la teología consistiría en recuperar la palabra, en todo su poder mimético originario, de los textos sagrados en los que ha sido conservada."
                                                             Enrique Vila-Matas, "Una Vida Absolutamente Maravillosa".


"Dalet" en los templos neolíticos de Tarxien.



He, recitando en los acantilados de Dingli.


Vav, en La Ciudad del Silencio