martes, 12 de febrero de 2019

Lectura de Tres Lecciones de Tinieblas en Malta: Dalet, He, Vav


Esta vez desde la isla de Malta, derramando al viento la voz del Maestro Cantor, José Ángel Valente. Esta isla es un lugar que me fascina y, aunque en las grabaciones se oyen muchos ruidos tuvimos la suerte de estar prácticamente solos en muchos lugares y callejear por esas noches laberínticas de Mdina y el barrio antiguo de La Valletta casi sin gente. Mil gracias a Roberto por la grabación y la locución, pusiste toda tu energía en llevar un pedacito de esta tierra en los vídeos (que todavía están en fase ultracasera, estoy en el proceso de conseguir una cámara buena pero de momento me apaño con el teléfono).

¿Y por qué continúo con las Lecciones de Tinieblas? Quizá por esa indagación en la potencialidad del sonido, en las puertas que puede abrir cuando una palabra, en un momento dado, es capaz de recuperar su memoria sagrada y cambiarnos la vida.

Como dice Vila Matas  "(...) Benjamin sostenía que una palabra no es un signo, un sustituto de otra cosa, sino el nombre de una Idea. En Proust, en Kafka, en los surrealistas, la palabra se aparta del significado en el sentido "burgués" y retoma su poder elemental y gestual. La palabra como gesto es "la forma suprema en que la verdad se nos puede presentar en una época despojada de la doctrina teológica". En los tiempos de Adán, la palabra y el gesto de nombrar eran lo mismo. Desde entonces, el lenguaje habría experimentado una gran caída, de la que Babel, según Benjamin, sería sólo una etapa. La tarea de la teología consistiría en recuperar la palabra, en todo su poder mimético originario, de los textos sagrados en los que ha sido conservada."
                                                             Enrique Vila-Matas, "Una Vida Absolutamente Maravillosa".


"Dalet" en los templos neolíticos de Tarxien.



He, recitando en los acantilados de Dingli.


Vav, en La Ciudad del Silencio