miércoles, 14 de septiembre de 2016

Mis Arquetipos de Poder: La Maga

La Maga

La maga es el arquetipo de quien conoce el amor, un amor transcendente, expandido, que abarca toda forma de energía: la tierra, los seres vivos, la materia. Para ella todo tiene conciencia y honra la misión de vida de cada objeto, de cada planta o animal. Para ella hay un alma dentro de todo lo manifestado, y si un objeto cualquiera (un vaso, un plato) y ella se han escogido, cada uno está llamado a aumentar la conciencia del otro; el objeto se transciende al ser utilizado con conciencia para un propósito y la maga encuentra su propia trascendencia al honrar el plano material en el que vive. Por ello, en su vida lo cotidiano es espiritual, las pequeñas acciones de la vida diaria están cargadas de significado.

Si en ti vive una maga, hay en lo que haces una especie de ritual, un reconocimiento de las fuerzas del cosmos operando incluso en los momentos más simples: pelando patatas, barriendo el suelo... así, eres capaz de comunicarte con la energía de las cosas que te rodean y del momento presente. La maga vive en la presencia y toma la decisión diaria de ponerse al servicio de la vida a través de sus actos, sean pequeños o grandes. Asimismo reconoce la calidad del tiempo. Los antiguos griegos y romanos distinguían el tiempo cuantitativo (Cronos) y el tiempo cualitativo (Kairos), al penetrar en el ahora se penetra en la cualidad del tiempo, así la maga siente la energía del amanecer, de la tarde, del crepúsculo, de los días de lluvia y sol, de los cambios estacionales, de los espacios, de los movimientos de la luna y las estrellas, y al reconocerlos, la cualidad del momento le puede ser entregada.
Los actos de la maga comunican la confianza y la alegría en los que ella habita, no cree que algo sea imposible, sino que hay que encontrar otra manera de hacer las cosas. No toma decisiones basándose en la opinión general o en lo que aconsejan en la televisión pues sabe que los actos que se generan desde una conciencia de miedo obtienen resultados diferentes de los actos generados en una vibración de amor.
La maga es una persona que, al igual que todo el mundo, experimenta situaciones difíciles, imprevistos y retos pero ella se coloca en una perspectiva más amplia, la de que el universo tiene un propósito, y todo lo que sucede en el también sirve a un propósito, aunque no se sepa cuál es. Ella también puede tener días malos, cansarse, no entender... y aun así colocarse en una posición de fe en Lo Que Es. Ser maga entraña determinación y amor por una misma, por lo que consideramos defectos así como por nuestras cualidades; la maga no se exige a sí misma perfección, sino aceptación, lucidez y disposición a hacer cambios.

La maga es una persona que ha aceptado ser el recipiente alquímico de la vida, que se haga en ella la voluntad del universo. Se ha arriesgado, ha dado un paso al frente, prescindiendo del “qué dirán”, de las opiniones y miedos ajenos. Algunas magas lo hicieron a pasitos cortos, dudando, otras se lanzaron pero todas en algún momento eligieron el camino del Ser, plantar su raíz en la verdad de sus corazones. Ellas sienten profundamente que están cantando su canción, realizándose, realizando su misión y al entregarse a ella encuentran la plenitud, el gozo más auténtico, la más profunda libertad. Una vez que la maga se ha comprometido en su corazón con un propósito que va más allá de su propio ego, se da la aparente paradoja de que empieza a recibir, de que la vida le devuelve el amor, la confianza y la abundancia que ella ha ido sembrando con sus pensamientos, palabras y actos.

El camino de la maga está lleno de sorpresas, cambios y, por supuesto, magia, hace falta valor para ser una maga, pero quien emprende este viaje nunca vuelve atrás.

Texto: Brunhilde Román Ibáñez

Imagen: Patricia Ariel





domingo, 11 de septiembre de 2016

Experimento con orgonitas


Resultados de mis experimentos con la orgonita: Los tres vasos tienen agua de grifo y han pasado una noche en el congelador. El vaso de control es el de la izquierda, el del medio el vaso con la orgonita debajo y el de la derecha el vaso con la flor de la vida. En la foto no se aprecia pero en el vaso de control el hielo es informe y opaco, en el vaso de la orgonita el hielo en la parte exterior ha tomado forma de puntas que salen hacia afuera, como un erizo, lo más flipante es que el hielo del vaso de la flor de la vida forma una columna casi perfecta, también salen puntas, como en el caso de la orgonita, pero muchas menos y todas caen hacia abajo en forma de cascada. Cuando se ha descongelado el agua sabía igual en los tres vasos pero el vaso de control tenía burbujas y los otros no. 
Masaru Emoto ( o como se llame) era muy listo.
Besíín