lunes, 27 de abril de 2015

Mi Experiencia con El Camino del Artista de Julia Cameron

EL CAMINO DEL ARTISTA

He terminado los tres meses del camino del artista y todavía no sé muy bien como definir la experiencia. Ha habido muchas tareas de las que propone el libro que no he llegado a hacer, pero sí que he tratado de hacer los dos ejercicios más importantes “Las Páginas de la Mañana” todos los días y la “Cita con el Artista” todas las semanas.
Aunque me considero una persona creativa y no me siento bloqueada quería explorar otras maneras de estar más en contacto con mi creatividad y hay algunas cosas que sí que he sacado en claro:

1- Cuando empecé con el Camino pensaba que era simplemente un libro con ejercicios para hacer pero me he dado cuenta de que, cuando empiezas un proceso como este, algo que no depende de ti se pone en marcha, como una intención creadora o una inteligencia que atrae hacia ti todo tipo de circunstancias. Supongo que se puede decir lo mismo de cualquier proceso, sólo que yo esta vez he sido más consciente, y lo he vivido muy intensamente puesto que empecé en un momento de malestar físico, y los madrugones de las “Páginas de la Mañana” me costaban un enorme esfuerzo. He vivido los tres meses con bastantes altibajos y sin tener una idea muy clara de hacia donde estaba yendo. A veces sentía que estaba perdiendo el tiempo, y sin embargo había momentos en que las “Páginas” me conducían a otra cosa, a ideas para desarrollar, a proyectos... muchas veces me sentí perdida, pero algo así como un hilo conductor me ha ido guiando cada mañana, mientras escribía sobre cualquier otra cosa, como lo enfadada que estaba por no sé qué o lo que había hecho con no sé quién.

2- El libro enfatiza mucho la necesidad de conectar con nuestro niño interior, realmente ser creativo es ser feliz y estar presentes, volver a lo que nos producía curiosidad de pequeños, a la ilusión, al juego. Es verdad que se puede ser creativo desde el dolor, y muchas veces es necesario para sanar heridas porque al darles una forma las estamos haciendo conscientes y transformando en algo bello. Por otro lado, cuando somos felices, la creatividad está en todas partes, no sólo en las obras que realizamos, sino en quienes somos, en las ideas que tenemos y en nuestra manera de relacionarnos con los demás. Cuando hacemos algo con lo que disfrutamos estamos siendo nosotros en nuestra máxima expresión, y eso puede ampliarse hasta las cosas que no nos gusta, porque empezamos a ver el mundo desde otros ojos, y el mundo cambia con nuestra decisión de interpretarlo de una manera nueva, más vibrante o misteriosa, más divertida y llena de oportunidades.

3- Para ser creativos hay que creer en la creatividad. Parece algo obvio, creemos en tal o tal cosa o persona, pero la creatividad es como algo que se tiene y está separada de todo lo demás. Julia Cameron entiende la creatividad como una conexión con la fuente, con Dios o como quieras llamarlo, y no tiene que ver sólo con lo artístico sino con nuestra capacidad de ponernos al servicio de esa fuente. La creatividad es energía, y como tal, es creativa, cuanto más la utilicemos más tenemos a nuestra disposición y más podemos acceder a maneras nuevas de generar creatividad: dando la bienvenida a ideas diferentes, escuchando nuestra intuición, permitiéndonos seguir nuestra guía interior, arriesgándonos... el universo es creativo, al conectarnos a él ampliamos nuestra propia capacidad de canalizar creativamente y cuando estamos en esa conexión podemos encontrar soluciones a cuestiones que antes nos parecían irresolubles.


En resumen, que ya estoy en el Camino, y me gustaría seguir otros tres meses, o el tiempo que sea, pero de momento me voy a dar un descanso de los madrugones mañaneros y hacer balance de todo lo vivido. A los que estéis pensando en empezar con el libro, mucho ánimo y ¡Buen Camino!

Brunhilde Román Ibáñez