EL OJO
Vuelta la pupila hacia el
reverso de sí
mirándose hacia dentro
como si pudieras en mí
sobrevivir a tu vacío,
y en el umbral de mis ojos
volviéramos de nuevo a encontrarnos.
Ojo, promesa,
en que la ausencia mira su
mirar.
No conseguiste morir,
aún estalla tu luz en mi
retina.
Poema: Brunhilde Román Ibáñez
Imagen: Anderson Debernardi
Belleza pura, incluso en la muerte, que no es tal.
ResponderEliminarFelicidades, Bruni!
Bellísimas palabras y hermosa imagen.
ResponderEliminar¡¡Graaacias chicxs!!
ResponderEliminarUn gran beso