viernes, 28 de febrero de 2025

Madrina, Maestra, Musa y Maga

 Y ella es Diana, mitad duende, mitad diosa y a veces espíritu burlón. En ocasiones baja de su Planeta Leonardo para asaltar los continentes del alma: París, Venecia, Atenas, Bangkok, Buenos Aires, Madrid. Su nacimiento en Argentina despertó en ella el espíritu nómada y el mundo es desde entonces un vasto campo de exploración, porque para esta niña-sabia la curiosidad no tiene límites: desde los Beatles a Rothko, Giuseppe di Lampedusa, los mitos y la chakradiagnosis hasta Harry Potter pasando por Sorrentino y Peppa Pig. Pero cuidado, no te dejes engañar por su aparente candidez, Diana es rápida como liebre de marzo e intensa como dragona custodiando sus tesoros. Cultiva la conversación como un arte igual que se hace allá en su amada Cuba. Como una maga, extrae de su chistera historias, cuentos y anécdotas de su propia vida o de alguno de los personajes reales o ficticios (¿qué es real y qué es ficticio?) que pueblan su mundo.

Hoy puedes encontrarla escribiendo poesía y callejeando por su amada Madrid, mañana pintando en Nápoles y dentro de un mes, ¿quién sabe? Quizá aparezca sacando fotos y tocando la balalaika en Novosibirsk. Ella es así.




Fotografía y texto "Carta Abierta de la Musa a Pablo Picasso": Diana E. Martín Herrero.




CARTA ABIERTA DE LA MUSA  A PABLO PICASSO

 

Este mensaje es muy comprometido para mí, pequeño Pablo, pequeño Minotauro, porque no

es metafísicamente correcto que yo, en mi condición, confiese que he tenido y tengo favoritos.

Sí. Aunque no lo creas, tú, que tanto has suplicado, que tanto me has invocado pidiéndome lo

que ningún artista antes se atrevió a engendrar. Tú, que has permanecido como un vigía febril

despierto día y noche esperando mi llegada. Tú, precisamente, has sido siempre uno de mis

elegidos por tu constancia y a pesar de tu arrogancia.

En definitiva así es la vida. Todos, cada cual a su nivel, tenemos nuestras debilidades y tengo

que decir a tu favor que mis visitas nunca han sido estériles. Siempre te he encontrado

trabajando.

Tu ambiciosa imaginación me pidió imposibles Y yo, que por mi condición soy la Vida misma, te

escuché y te procuré una vez más la materia de la que está hecha la inspiración.

Se llamaba Marie-Thérèse y era fresca como una flor y dorada como Afrodita. La encontraste

en París, por la calle. Ella no sabía nada de ti, tenía 17 años y tú 46.

La amante virgen de cuerpo y mente, invisible para todos, está sin embargo en todas partes

resucitando tu arte con su hermosa y escandalosa juventud. Es la belleza perfecta y prohibida.

Como a ti te gusta.

Ella es siempre así, delicada y sumisa, mientras tu fantaseas con tu propio deseo. A veces

sacerdote orgiástico. A veces escultor hercúleo. A veces Minotauro.

Y ella se abandona siempre, como si su cuerpo fuese la propia materia prima de tu obra. La

arcilla, el bronce, la línea impecable y continua con que tú, infalible, das forma a cada detalle,

limpio o escabroso.

Siempre has querido ser Pigmalion. No te bastaba con tus obras. Siempre quisiste que tus

mujeres fuesen también obra tuya.

Ella es la niña de la paloma, el alma pura de la Suite Vollard. Cuanto amor y alegría llegué a

sentir acompañándote en esta serie, no muy apreciada en su momento por no ser tan

vanguardista, pero tan evocadora para mí. En un momento de fuertes conflictos vitales, de

lucha por imponer tu voluntad y defender tus deseos, la Suite Vollard fue el vehículo de

expresión de tus vivencias más tristes, atormentadas e inconfesables. Es muy hermoso que

para ese nudo existencial tan complicado eligieras expresarte en líneas puras, sin color y con

un espíritu clásico que tú, a pesar de tu inagotable innovación, siempre mantuviste vivo como

referente. Eso es transitar los caminos del arte en plena libertad, porque obligarse siempre a

ser moderno es también una forma de limitación para un artista.

Con ella resultó fácil. Hay en Marie-Thérèse una niña inexperta y curiosa, que celebra el

descubrimiento del placer. Hay una mujer rebosante de vida que, como la tierra más pura,

recibe el rocío fertilizador celeste. Hay un cuerpo inerte y doliente que sufre las embestidas de

una voluntad superior a la suya. Y hay un alma de virgen prudente de parábola, siempre

despierta y capaz de guiar al Minotauro ciego, impotente, torturado y solo. Pocas veces te has

arriesgado a mostrarte tan vulnerable.


2

Deseosa de salir de su cárcel familiar penetró voluntariamente en tu laberinto, donde fue

acogida, celebrada y devorada, tal como ocurrió en Creta milenios atrás. Tal como sigue

ocurriendo porque el mito sagrado y su rito siguen repitiéndose incansablemente gracias a

almas como la tuya.

Ella no tuvo la mente creativa y brillante de otras mujeres que desfilaron de manera grandiosa

y trágica por tu vida. Su luz provenía de su hermosa lealtad y de su belleza natural de ninfa.

Supo ser manantial de agua fresca en medio de las tormentas de tu relación con la volcánica

Olga Khokhlova y fue barco que naufraga en el pasado poco después de ser madre, al aparecer

en el horizonte la enigmática bandera surrealista de Dora Maar.

Pese al abandono supo mantenerse en tu vida y supo ver en ti al padre de su hija, la pequeña

“Maya”, María Concepción, la niñita que llevó el nombre de tu querida hermana muerta en la

infancia y cuya pérdida tanto te perturbó. Sólo una vez oíste un "no" de sus labios. Cuando,

recién fallecida Olga, la sombra que tanto planeó en tu vida, se negó a ocupar su lugar

negándose a ser tu esposa legal.

Nada la define mejor que esta frase de Diana Widmaier, hija de Maya, su nieta y la tuya: “mi

abuela fue siempre un emblema de esperanza y paz para Picasso". Una frase real que encierra

el orgullo de su sangre.

En los grabados de la Suite Vollard Marie-Thérèse se convierte a tu lado en la sacerdotisa de un

antiguo rito de fertilidad y magia sexual. Juntos ella y tú, modelo y artista, contemplando con

devoción la obra realizada, mostráis al mundo la autenticidad humana de quien no niega su

poder creativo natural en aras de una moral elaborada y postiza.

Finalmente en la obra realizada la modelo, sola y libre por primera vez, se contempla a si

misma y en su éxtasis comprende lo sagrado del arte, que tiene un padre y una madre. Pero ya

es tarde y se pierde de tanto darse. Y así se confunde su existir, que sólo tiene sentido cuando

tu lo transformas en tu creación.  

Es entonces cuando ella se aferra a ti para no extinguirse y pasa de ser deseada a ser odiosa. Es

entonces cuando tu concibes otra creación y necesitas otra modelo. Y es entonces cuando yo

vuelvo a encarnar en una nueva ofrenda al Minotauro que, irremediablemente recorrerá el

laberinto de “diosa a portera”. Adoración o desprecio son los únicos sentimientos que puedes

albergar como ser completamente extremo y adicto a los retos.

Siempre has estado ebrio de poder. Has escupido en el rostro de los tiranos y te has burlado de

las normas, cifrando el éxito en la capacidad de sorprender e incomodar a los que viven

tranquilos en sus fáciles vidas, para ti despreciables. Has querido dominar a otros artistas, a los

marchantes, a los críticos y al público. Has conquistado, seducido, dominado y destruido a

decenas de mujeres sirviéndote de ellas para tu único fin: tu obra. Y has echado pulsos

continuos con la pintura usándola como espejo de tu alma, relatora de tus anhelos y desvaríos,

de tu mirada única y tu inesperada belleza.

Rectifico, querido Pablo. Ser Pigmalión es muy poco para ti. Siempre has querido ser Dios y

para muchos lo has sido.

Incluso a mí has llegado a ponerme condiciones. Aún no puedo creer las cosas que me obligas

a hacer, mi querido Pablo. Insufrible y apasionante Minotauro al que nada puedo negar.


3

Cuando contemplo tus líneas, dignas del taller del más fino ceramista griego, yo también me

siento un poco presa de tu magia. Me siento atrapada en tu inmenso amor por esa belleza que

nace de la mente y la mano del hombre. Creación original, destilada como la esencia de una

flor. Como eran las bellezas que mi milenaria memoria mantiene vivas para el asombro eterno.

Porque yo, Pablo querido, soy la que dulcifica la voz del poeta y la que ilumina la retina del

artista. Soy la hija de la Memoria que inspira lo que no debe ser olvidado. De ese modo la obra

perdura y su creador también. De ese modo el artista y su modelo participan de mi naturaleza

inmortal.

Yo soy la benefactora y la que tomo forma y cuerpo en tus modelos y amantes para que tu

obra asombre al mundo y haga vibrar el corazón creador de la humanidad entera, desde la

noche de los tiempos al día de hoy. Y hasta el futuro sólo conocido por los dioses.

En cada mujer que ha posado para ti, en cada mujer que has amado de pensamiento, palabra y

obra estaba yo presente porque tú, pequeño Minotauro ciego, sólo has tenido ojos para mÍ.

Sólo has amado profunda y fielmente a la propia Musa.

Texto original Diana E. Martín Herrero a propósito del grabado “Escultor, modelo y cabeza

esculpida” (Aguafuerte, 1933).

Suitte Vollard. Pablo Picasso.

martes, 10 de diciembre de 2024

Leyendo a José Ángel valente por el mundo: Tres lecciones de tinieblas - Lamed

 Vamos llegando al final de este recorrido por las letras hebreas de Valente. No importa cuántas veces las lea, siempre me sobrecoge su belleza e intensidad. El retorno a las aguas primigenias, a la sabiduría del lenguaje y la necesidad del silencio. Valente solía decir que gestar un poema es como el proceso de gestación de un niño. Necesita de lo oscuro para ir haciéndose dentro del poeta, madurando y escribiéndose. El poema da forma al poeta y viceversa, para mí hay un engendramiento mutuo: hacemos el poema y a la vez el poema nos hace. Ahí está su misterio y su magia.




ל LAMED

Tocaste las aguas, la quietud de las aguas, y engendras-
te la vibración: creciste en círculos: descendiste a los
limos: penetraste en la noche y en la viscosidad: creció lo
múltiple: raíz de engendramiento: tú eres y no eres
inmortal.

domingo, 1 de septiembre de 2024

Shostakovich - un poema


Otro poema que va acompañado de música. En este caso la música me llegó después que el poema, o el poema me llevó al concierto de Shostakovich. No conozco prácticamente nada de este compositor pero me vino el nombre en medio de la escritura, o el poema lo llamó porque quería ser recitado con este tema, no lo sé; en cuanto me puse a buscar algún tema de este autor para acompañar/ acariciar lo que yo había escrito, inmediatamente apareció esté vídeo, y fue amor a primera vista. 


 Estaba tu cuerpo separado del día

El perfume blanco como una flor atardeciendo en tu garganta y llenándola de olíbano.
Yo hablaba de cosas inmortales mientras las rosas ardían en tu boca. Shostakovich sólo era un nombre, dijiste bajo la lluvia blanca, el concierto número 2 sonaba en tus párpados y vaciaba el tiempo.
Tú harás manar estrellas en mi frente, dijiste.
La lluvia era blanca y tus párpados pesaban bajo su música.
Una rosa en llamas atraviesa mi garganta, tu boca es el altar donde enciendo mi ofrenda: no la luz sino el espacio donde ocurre la luz.
Sola en mi lengua la palabra custodia tu nombre como rosa hirviente en la flor de los labios
Tú dices:
Recuerda quién eras cuando caminabas sobre el fuego
Tú música es pálida y azul y quema mi garganta
Yo voy desnuda hacia la hoguera
Shostakovich cierra el piano, el telón se cierra y cierra el mundo.
Brunhilde Román Ibáñez.





miércoles, 31 de julio de 2024

Katherine Philips, Oh, Soledad

 Se la conocía como “la incomparable” o “la sin par Orinda” y fue una de las muy pocas escritoras cuya obra gozó de amplia difusión en la Inglaterra del siglo XVII. Inspirada por su abuela materna, fue una ávida lectora desde su infancia; tuvo acceso a una educación privilegiada y a lecturas tanto en inglés como en italiano y francés. Cultivó la poesía, tradujo a autores franceses como Corneille y sus cartas a Sir Charles Cotterell (traductor y maestro de ceremonias del rey Carlos I, nombrado caballero en 1644) se publicaron después de su muerte con el título de Letters from Orinda to Poliarchus.

El poeta Henry Vaughan la dio a conocer y publicó uno de sus poemas dedicados al dramaturgo y poeta William Cartwright, fue entonces cuando adoptó el seudónimo de Orinda.

Fundó El Club de la Amistad, para el que toma conceptos ciceronianos o aristotélicos relativos a la amistad y los adapta a una visión femenina, al igual que determinadas ideas de Plutarco o John Donne. Se vale asimismo de convenciones del amor cortés para usarlas en composiciones dedicadas a la amistad entre mujeres. Inspirándose en la tradición clásica, los integrantes del club -hombres y mujeres- usaban seudónimos extraídos de la literatura. Ella misma se dirigía a su marido con el nombre de Antenor. Dentro del club creó también un subgrupo formado exclusivamente por mujeres (con seudónimos como Ardelia, Rosania, Celimena o Lucasia) con las que intercambiaba poemas y cartas. 

Su matrimonio con el parlamentario James Philips, uno de los firmantes de la pena de muerte de Carlos I, fue una unión armoniosa a pesar de la temprana muerte de Héctor, su único hijo, de la diferencia de edad (se llevaban 36 años aunque algunos estudiosos discrepan en cuanto a este dato) y de sus respectivas filiaciones políticas: ella apoyaba la corona, él era partidario de Cromwell. Philips animó a su mujer a continuar con sus actividades literarias lo que permitió a Katherine desplazarse desde su residencia familiar en Gales a Londres a su conveniencia, algo fuera de lo común para una mujer de su época.

Se la recuerda especialmente por sus poemas dedicados a la amistad entre mujeres aunque escribió sobre temáticas muy variadas.





Reproduzco abajo el fragmento de uno de sus textos más conocidos y que realmente es una traducción de La Solitude, de Antoine Girard de Saint-Amant. Fue musicado y popularizado por el compositor Henry Purcell y de él se han hecho muy diversas versiones a lo largo de los siglos; incluyo aquí dos vídeos en los que se evidencia esta diversidad de tratamiento.

Pascal Quignard cita este poema en Las escaleras de Chambord y a mí me toca con esa cualidad evocativa y enigmática de su escritura, su nostalgia un poco evasiva, esa música interior que viene de los fracasos, del amor frustrado y los bosques. La música existe, parece decir, para que podamos escuchar ese silencio: “Sans cesse on descendait seul. Sans cesse on était abandonné de celui qu'on avait sous les yeux”.

En esa soledad se configuran espacios de libertad que nos retrotraen a un paraíso perdido, idílico y pastoral, pero que también representan un lugar de transgresión del camino marcado, un lugar donde Philips (y quizá también el protagonista de la novela de Quignard) encuentra la raíz de su propio poder interior más allá de las máscaras de las convenciones y la esfera pública. Como en el caso de otros escritores realistas de la época del Interregno (los once años de gobierno republicano liderados por Oliver Cromwell) Katherine reclama el retiro en la naturaleza como lugar de encuentro, espejo y espacio desde donde convocar su verdadera fortaleza. Soledad, el inicio de todo movimiento.


Oh! soledad... (fragmento)

Oh soledad! mi dulce elección

Espacios consagrados a la noche,

Lejos del tumulto y del ruido,

Cómo deleitas la inquietud de mi mente

Oh Cielos! Qué contento el mío,

de ver esos árboles que han resurgido

desde el nacimiento del Tiempo,

y que todos los siglos han venerado,

tan frescos y verdes todavía

Como cuando sus bellezas fueron vistas por primera vez!

Katherine Phillips (mi traducción)



La Solitude de St. Amant

La Solitude - A Alcidon

1
O! Solitude, my sweetest choice
Places devoted to the night,
Remote from tumult, and from noise,
How you my restless thoughts delight!
O Heavens! what content is mine,
To see those trees which have appear'd
From the nativity of Time,
And which hall ages have rever'd,
To look to-day as fresh and green,
 As when their beauties first were seen!



O que j'ayme la solitude!
Que ces lieux sacrez à la nuit, Esloignez du monde e du bruit,
Plaisent à mon inquietude!
Mon Dieu! que mes yeux sont contens
De voir ces bois, qui se trouverent
A la nativité du temps,
Et que tous les siècles everent,
Estre encore aussi beaux et vers,
Qu'aux premiers jours de l'univers!

Loa poemas en inglés y francés son de la página: http://www.jimandellen.org/womenspoetry/solitude.html 



Purcell. Versión de L'Armonia Sonora



Y la de Birds on a Wire

domingo, 17 de diciembre de 2023

Amor Místico

 Este poema ya lo he compartido junto con otros en un apartado dedicado a la poesía mística femenina en este mismo blog. Lo vuelvo a traer ya que me pasaron esta imagen preciosa (gracias Ivana) para acompañarlo. Desconozco su autoría, si alguien lo sabe y puede informarme se lo agradecería.

                                 

                            Canto Nocturno


                        Al fondo del pozo

                        la noche mecía

                        el agua de las Pléyades

                        bebí su plegaria

                        hasta los orígenes

                        del cosmos

                        y te ofrecí mis labios

                        como cántaro sellado en el amor.

                        Tomaste su luz quieta

                        las estrellas cantaron en tu boca.





Poema: Brunhilde Román Ibáñez

Créditos de la imagen: desconocido.


lunes, 18 de septiembre de 2023

Poesía mística femenina: Lalla

 PROYECTO NOSOTRAS. 

En este vídeo de Olga RT pongo voz a dos breves poemas de la autora mística hindú Lalla,



Lalla fue una poeta mística india que vivió en el siglo XIV. Originaria de la región de Cachemira fue conocida con diferentes nombres: Lal Ded (abuelita Lal), Lalleswari o Lalla-Vakiana y su sabiduría inspiró tanto a hindúes como a musulmanes. A los 12 años la casaron con un hombre que la maltrataba y a los 24 huyó uniéndose al culto de Shiva. Tuvo como maestro al santo Yoghi Srikantha el cual la inició en las enseñanzas del shivaismo. Tras completar su formación se marchó y llevó una vida nómada, danzando y recorriendo extensas distancias como asceta tántrica. De esas experiencias de libertad y comunión espíritual provienen sus escritos. Dejó una obra filosófica y poética de excepcional profundidad mística comparable a otra gran figura como Santa Teresa de Jesús. Creadora de los vakyas, poemas en los que dialoga con lo divino o comparte una enseñanza espiritual, la belleza de su verso sigue conmoviéndonos nueve siglos después. *** En este vídeo han participado: Voz e ilustración de portada: Brunhilde Román Ibáñez Idea original y montaje: Olga RT,@Principio0 Música intro y cierre: Chega Gómez. *** Gracias a vosotros por escucharnos. La poesía es la magia que mueve el mundo. *** Si te gustó: dale un "me gusta", comenta, comparte. *** Más vídeos en:    • NOSOTRAS. Mujeres y poetas   *** #poesíaenespanol #mujerespoetas #nosotrasproyectomujeresypoetas #videopoema #mujeresqueescriben #videoarte #videoartists #viral #short #reels #reel #poesía #poesiautoral #poesíasincuentos #videoarte #videoartists #mujeresqueescriben #poesía #reels #reel #mujeres #viral #shortsvideo #shortsviral

lunes, 17 de julio de 2023

Y Aquí lo tenemos, desde el año 2019 no había vuelto a subir más vídeos de Tres Lecciones de Tinieblas, de José Ángel Valente y esta vez por fin tuve de nuevo la oportunidad. De nuevo con mi compinche, Luna Kalo, pero esta vez en un lugar diferente: El museo-piscina de Lille, un lugar fantástico donde las estatuas que rodean la piscina parecen esperar su momento para saltar al agua en medio de unas vidrieras Art-Deco, bustos de personajes y muestras de textiles . Yo creo que es lo que hacen por las noches cuando se va la gente y se quedan solas. La verdad es que a mí me habría encantado darme un chapuzón con ellas. Puede que lo haga algún día... por lo menos meter los pies cuando no mire nadie :-)



Locución de Luna Kalo
Texto de José Ángel Valente
Voz Brunhilde Román Ibáñez


 

lunes, 20 de febrero de 2023


                                                        UN DESAMOR


    Es verdad que lo nuestro fue complicado desde el principio, empezando por el hecho de que nos separaban unos cuantos siglos de distancia, pero yo me decía que el amor no tiene límites ni tiempos y nada es imposible cuando un anhelo tan profundo lo sostiene.

    Yo no creo en la casualidad, hay una afinidad, una resonancia que nos conduce a la persona en cuya mirada podemos florecer, y por esa alquimia, ser transformados, como decía Chéjov en "La dama del Perrito". Y así me pasó con él. Yo ya lo conocía desde mi más tierna infancia porque mi abuelo lo recitaba y quizá aprendí a amarle gracias a él. Recuerdo a mi abuelo con su voz tronante y sus bigotes blancos (un poco a lo Bismarck pero sin tanto esfuerzo). Era grande, mi abuelo, y también lo creía eterno mientras sus manos agarraban los invisibles ríos de la vida en el poema.

    En fin, vuelvo a mi historia. Lo nuestro fue progresando poco a poco, todo hay que decirlo. Al principio yo no le hacía mucho caso, supongo que era demasiado pequeña para pensar en amoríos. Después me marché y muchos años después volvimos a encontrarnos. Él seguía en Palencia, yo había andado por muchos lugares. Los dos habíamos cambiado: él se había vuelto más auténtico a mis ojos, alguien con quien mantener conversaciones fascinantes sobre el amor, el destino, la vida y la muerte, alguien que es otro pero a la vez es como tú porque su corazón ha recorrido los mismos paisajes. Es verdad que yo lo idealicé mucho, había leído tanto, era tan profundo y a la vez le gustaba escucharme, lo cual me halagaba sobremanera. También me pareció buen mozo, esas cosas que tiene el amor.

    Yo era consciente de mi patrón afectivo de apego ansioso, él resultó ser de tipo evitativo, aunque dudo que se diese cuenta. Eso nos acabó distanciando y nos dijimos palabras amargas. Yo le solté que siempre le había leído por obligación; eso fue el final y yo lo sabía, pero me había herido en lo más hondo y quise devolverle el golpe. Con el tiempo he llegado a comprender que cada uno miraba al otro desde sus propias carencias y que, al igual que el Ouroboros (la serpiente que se muerde la cola) todo vuelve al lugar del que partió y que él y yo éramos lo mismo en grado diferente. Ahora le sigo queriendo desde la distancia, de otra manera, pero en aquellos momentos de furia le escribí esto: 


                                    Variaciones sobre Jorge Manrique                                                                                          

Recuerde el alma la noche invocada, lo ineludible, lo que viene del barro y no se nombra; los ojos conducidos por el grito del ciervo, la deserción de las horas sobre tu cuerpo de nieve donde no habitará de nuevo la sal de mi lengua.


Aniquilación, inexistencia, mundos que no ha de dividir la sangre entrelazada. Semilla de la noche, viaja al fin de los signos donde las flores liban la luz del nombre que contienen.


Danos esta noche, danos el residuo, la piel que quema, el ojo transparente.

El último pétalo después de la batalla. No entierres los ojos en el mar, no me ofrezcas tu agua arrodillada.

                        Recuerde el alma dormida

                        Avive el seso y despierte

                        contemplando

                        como se pasa la vida

                        como se viene la muerte


Que te lleve la luz donde no pueda verte.



Texto y poema: Brunhilde Román Ibáñez

Créditos de la imagen: desconocido


























miércoles, 7 de septiembre de 2022

Oración para Sanar el Linaje Femenino

 Escribí esta oración hace tiempo porque sentía a todas esas mujeres bullir en mí, en la sombra, como recuerdos ancestrales de esa herida colectiva que me espera a mí y a todas para ser mirada y comprendida, y así poder entregarnos los frutos de su transformación. 

Alguna de las frases las he tomado de las que se usan en constelaciones familiares porque realmente esta oración representa una constelación con todo ese potencial que yace oculto y pide ser nombrado y liberado. 

Se puede hacer como parte de un ritual, una meditación o un recordatorio cuando sintamos las partes de nuestro linaje femenino que todavía duelen. 

"Tu hermosura es el reflejo de la mía"  Un Curso de milagros


A la que fue obligada a abortar

A la que abortó voluntariamente y se duele

A la que murió en el parto

A la que fue obligada a prostituirse

A la que se prostituyó para poder vivir

A la que fue condenada

A la que se culpa y fue culpada

A la loca

A la desheredada

A la esclava

A la despreciada

A la que murió en la miseria

A la que murió en el miedo

A la que murió en el dolor

A la suicida

A todas nosotras,

Yo estuve allí

Yo os miro con amor

Ahora estáis en paz

Ahora estamos en paz

Yo os bendigo

Bendigo vuestro amor radiante

Vuestra vida radiante

Estáis en mi corazón

Sois amadas incondicionalmente

Todas lo hicimos lo mejor que pudimos

Vuestra vida no fue en vano, nada fue en vano

Estamos aquí para mirarnos las unas a las otras libres de juicio

Sois valientes, sois valiosas, sois importantes

Sois hermosas, sois libres, sois dignas

Sois necesarias

Sois amadas por la vida

Soy vosotras

Nos entrego el perdón

Sois perfectas tal como sois

Honro vuestro paso por el mundo

Todo fue perfecto tal como fue

Todo fue en nombre de un amor más grande

Ahora estáis en paz

Ahora sois amadas a través de mi vida

Asumo mi poder

Elijo el amor

Ahora somos libres.


💓 Gracias 💓



Brunhilde Román Ibáñez. Imagen de Julia C. Gray