domingo, 4 de febrero de 2018

Hibisco y poema, fotografía de Stefania Berra

Cuando la imagen se convierte en umbral.

Me encanta esta foto, me apetecía incluirla porque de algún modo también es un poema, tiene una historia que contar. Está contenida en ella la arquitectura de la luz sobre la forma,  la certeza de la flor en su belleza. Lo efímero como preludio de lo eterno. 
Entrar en el cuerpo de la flor y dejarla respirarte, entrar en la pregunta que no será formulada, tomar en los ojos la raíz e irla meciendo desde los ríos de la noche.




Gracias, Stefania por tan hermosa imagen.



Al un alma en flor

Floración de las estrellas
en el ojo del mar
serpentear de siglos
besando el delgado borde de algún sueño

La Vía Láctea amamanta a sus hijos de piedra y paja
y de entre lo oscuro va creciendo un latido
no sabe si le duele nacer o está muriendo
si la vida le empuja o le retiene

La carne insiste más allá del límite tardío del deleite
está en flor la carne y la noche espera
como perro lamiendo el reflejo de la luna

Está el alma reuniendo su savia
y pegando sus huesos a la vida
nocturno y transparente entre las aguas

Está el alba recogiendo su sangre
Está rompiendo el aire en un gemido
Y va empujando un aliento en las entrañas

Va abriéndose de luz a la marea
para parir sus flores en el cielo




Poema: Brunhilde Román Ibáñez
Fotografía: Stefania Berra



4 comentarios:

  1. Potente y profundo, como ya es tu seña de identidad, Bruni. Muy onírico, éste, especialmente. Me llevó a preguntarme: ¿Y mi alma, qué dice hoy? ;-)

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    1. ¡¡Muchísimas gracias por tus palabras!! No sabría cómo definir este poema y me ha encantado lo de onírico.
      Y por cierto ¿Qué te ha contestado tu alma? ;-)

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  2. Me encanta todo, el poema y la foto!!

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