Este es el poema que escribí para "Flores del Desierto" la antología de Mujeres Poetas Internacional-MPI.
Porque el amor hacia nosotras siempre es posible, aunque no lo creamos aunque no lo queramos. A pesar de la violencia y el miedo. Siempre es posible.
Porque el amor hacia nosotras siempre es posible, aunque no lo creamos aunque no lo queramos. A pesar de la violencia y el miedo. Siempre es posible.
Vuela
Algo
tendrá que nacer de esta tierra, de este cuerpo seco
de
este dolor cuyo nombre aún pesa en mi boca.
Y
los frutos de los frutos que fuimos
caen
en la hora baldía
en
que nada se parece a lo que pudo ser.
Sólo
tu vientre sigue siendo tan verdad
como
la mano que empuña el cuchillo
como
el corazón de alas partidas
tendido
hacia la vida.
Y
te hablo a ti, en cuya sangre
aún
se oye el sonido del mar,
A
la que hay más dentro de la mujer que llora,
a
aquella de cuyas cenizas brotan amaneceres.
A
la que va creciendo
desde
el centro mismo de este llanto
Te
hablo y hablo a la mujer
que
en ti pare la luz
A
ti, que también soy yo
a
aquella,
que
en medio de la tierra seca,
se
levanta
y
vuela.
Poema: Brunhilde Román Ibáñez
Imagen: Jarah Tree
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